
ORACIÓN DE UN PRESO PARA TODOS LOS PRESOS
Oración leída por un preso, durante la visita que Benedicto XVI realizó a los presos de la cárcel de Rebibbia.
“ORACIÓN TRAS LOS BARROTES”
Oh Dios, dame el coraje de llamarte Padre.
Sabes que no siempre logro pensar en Tí
con la atención que mereces.
Tu no te has olvidado de mí,
aunque vivo a menudo lejos de la luz de tu rostro.
Muéstrate cercano,
a pesar de todo,
a pesar de mi pecado
ya sea grande o pequeño,
secreto o público.
Dame la paz interior,
la que sólo tu sabes dar.
Dame la fuerza de ser verdadero, sincero;
arranca de mi rostro las máscaras que
oscurecen la conciencia de que
yo valgo algo porque soy tu hijo.
Perdona mis culpas y
dame además la posibilidad
de hacer el bien.
Acorta mis noches de insomnio;
dame la gracia de la conversión del corazón.
Acuérdate, Padre,
de quienes están fuera de aquí
y que me quieren todavía,
para que pensando en ellos,
recuerde que sólo el amor da vida
mientras que el odio destruye
y el rencor trasforma
en infierno las largas e interminables jornadas.
Acuérdate de mí, oh Dios.
Amén!