
El vendedor mentiroso
Los buenos vendedores son campeones de la constancia y se distinguen por su actitud positiva.
Pero hay una cualidad que es la más importante en un vendedor – aclaro de paso que todos somos vendedores -, y esa cualidad es la HONESTIDAD.
Sin ella todo éxito es pasajero porque nada bueno se puede cosechar con el engaño, el robo y la falta de honradez.
Hay una historia china que viene al caso y es oportuna para aquellos que confunden los verbos vender y engañar:
En el Reino de Chu vivía un hombre que vendía lanzas y escudos en las plazas de los pueblos.
“Mis lanzas son tan agudas que no hay nada que no puedan penetrar.
Mis escudos son tan sólidos, -se jactaba-,
que nada puede traspasarlos”.
¿Qué pasa si una de tus lanzas choca con uno de tus escudos?,
le preguntó alguien.
El hombre se quedó mudo, no pudo replicar nada
y tuvo que recoger su mercancía al quedarse completamente solo.
Fin.